6 dic 2012

La Eurovelo 6

EuroVelo es un proyecto de la Federación Europea de Ciclistas y consiste en implementar una red de rutas para bici a lo largo y ancho del continente. Se trata de vías de largo recorrido, razón por la que pueden ser usadas tanto por cicloturistas que pretendan llevar a cabo el desafío de “peregrinar” a través de ellas, como por gente de las localidades vecinas en sus trayectos diarios. Los requisitos que se deben cumplir para que una ruta pueda ser Eurovelo son los siguientes:

~ No tener pendientes superiores al 6%.

~ Disponer de una anchura suficiente para permitir el paso de al menos dos bicicletas.

~ Tener un promedio de no más de 1000 vehículos motorizados al día.

~ Estar pavimentada al menos en el 80% de su longitud.

~ Permanecer abierta todo el año.

^^^ fortaleza de Golubac (Serbia), por debajo de la cual pasa literalmente la Eurovelo 6 ^^^
>>> orilla serbia del Danubio, muy cerca del lugar donde se divisa al caudillo dacio Decébalo esculpido en piedra, la estatua de mayor talla en Europa >>>

El proyecto incluye 14 rutas, las cuales deberían ser enteramente transitables para 2020. De todas ellas nos vamos a centrar en la Eurovelo 6, conocida también como la ruta de los ríos, con un total de 3653 km. Se inicia en las costas del oceano Atlántico, en la ciudad bretona de Nantes, y transcurre por el valle del Loira atravesando por completo Francia. Llega luego hasta el lago Constanza, en Suiza, y desde ahí a Alemania. En este país comienza el denominado Donauradweg, carril bici que va paralelo al río Danubio desde Donaueschingen y Passau hasta Bratislava, pasando por la majestuosa Viena. Continúa por Eslovaquia, Hungria y Serbia, penetrando en Rumanía por las puertas de Hierro del Danubio, con sus imponentes gargantas y desfiladeros. Posteriormente, la ruta prosigue por toda la vega del Danubio hasta su desembocadura.

río Rusenski Lom, afluente búlgaro del Danubio
Si deseas conocer Rumanía y Bulgaria y te sientes preparado para la aventura, te proponemos hacer con nosotros la ruta, siguiendo el cauce del  Danubio desde poco después de Belgrado hasta la ciudad de Constanța, en el mar Negro.

el Danubio a su paso por Silistra
Ruse: fuente de color y mausoleo al fondo
Existen múltiples variantes al recorrido de la Eurovelo 6, al igual que infinidad de lugares de interés durante su itinerario: el buque de vapor Radetzky, anclado en el río y convertido en museo nacional; las reservas naturales de Persina y de Srebarna, esta última declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; el monasterio excavado en roca de Basarbovo y el monasterio rupestre Sveti Arhangel Mihail, en las cercanías de Ivanovo, cuyos frescos del siglo XIV son también patrimonio de la Humanidad; la fortaleza medieval de Cherven; la localidad pesquera de Tutrakan; las ciudades Ruse y Silistra... son sólo algunos de los destinos con que tropezaremos en la ribera búlgara.

monasterio excavado en la roca de Basarbovo
A partir de la cautivadora y decadente Silistra, última ciudad búlgara que yace a orillas del Danubio, el río se bifurca. Pero este no es el único en bifurcarse. También lo hace la Eurovelo 6, ya en la parte rumana, que nos presenta dos alternativas atractivas.

viaje en "bac", nombre con que se conocen las plataformas que cruzan de Rumanía a Bulgaria por varios puntos del Danubio
Desde ahí, cabe la posibilidad de alcanzar directamente la ciudad costera de Constanța, a tan sólo 135 km. de Silistra, abandonando sin solución de continuidad a nuestro eterno compañero fluvial. Se trata este de un camino poco transitado, en cuyo trayecto conviene hacer un alto para visitar las ruinas daco-romanas de Adamclisi. 

Adamclisi
ciudadela griega de Histria
 













Sin embargo, la opción "corta" del recorrido deja de lado uno de los principales alicientes de toda la Eurovelo 6, pues nos estaríamos perdiendo el fabuloso delta del Danubio. El mayor y mejor conservado de los deltas fluviales europeos está en la lista de la UNESCO desde 1991 y es lugar "de culto" para aves y ornítologos. Para llegar allí, nos dirigiremos al norte hacia Cernavoda y, siempre en paralelo con el río, bordearemos la isla pequeña de Brăila, declarada parque natural. Más tarde, se atraviesa el parque nacional de los montes Măcin hasta alcanzar la ciudades de Brăila y Galați, ambas en la margen izquierda del Danubio, ya muy próximo a su desembocadura. Estas dos ciudades pueden representar un buen "refugio" donde descansar en la comodidad de un hotel, pero no muestran mayor interés. Por tanto, sugerimos obviarlas, evitando así dos trayectos más en bac, y tomar el atajo que pasa junto al bello lago Jijila en dirección a Tulcea. Entre Galați y esta localidad hay unos 80 km. y es un camino muy agradable. Recuerdo que como a mitad de distancia entre las dos ciudades había un monasterio, a 1 km. de la carretera, que me pareció muy bonito (comenzó a llover muy fuerte, así que ese monasterio fue una bendición, y tal vez por eso me pareció tan lindo). Es en Tulcea donde comienza el delta en sentido estricto, al dividirse el río en sus tres brazos finales antes de verterse en el mar Negro: el brazo Chilia (que hace frontera entre Ucrania y Rumanía), el Sulina y el Sfântu Gheorghe. Desde Tulcea se desciende (de 150 a 200 kilómetros, en función de si las fuerzas permiten o no explorar un poco más el delta) hasta la ciudad de Constanța. A nuestro paso, el yacimiento arqueológico de Histria y la playa de Mamaia, al lado ya de la que fue antigua Tomis, donde concluye por fin la Eurovelo 6. 
 
paseo fluvial de Galați
Te proponemos, asimismo, elegir entre hacer el viaje integramente en bici, durante el número de etapas que mejor se adapte a tu ritmo y con un coche de apoyo logístico; o bien la alternativa light, recomendada para los menos expertos, que consiste en hacer en bici sólo los tramos más sencillos o de paisajes más pintorescos, disponiendo de un vehículo para el traslado de los turistas y sus bicicletas a través de las zonas más exigentes de la ruta, convirtiendo el desplazamiento en uno mucho más rápido y holgado.

casino de Constanța, la antigua Tomis
Se trata de una alternativa muy bonita al turismo clásico, tanto para los aficionados a la bici como para los que se no han subido en años a un sillín, pues la bicicleta representa una modalidad económica, ecológica y sana de transporte. Para más información, no dudes en consultarnos. 

por la cuenca del Danubio entre Galați y Tulcea
* No olvides nunca informarte de las previsiones meteorológicas si decides aventurarte en la Eurovelo 6, puesto que en Rumanía y Bulgaria las estaciones tienden a ser extremas. En el valle del Danubio la temperatura media anual es de 11ºC.

13 nov 2012

Hablemos de metales preciosos

El wolframio es un metal más precioso que el propio oro. Su valía radica en que no se encuentran yacimientos con facilidad y en que es muy codiciado por las industrias militar y espacial. Por su parte, el uranio es utilizado por la industria nuclear.
El primero de ellos se encuentra en un estado bastante puro en la salvajemente explotada Roșia Montană, pero parece ser que también se halla en otras zonas montañosas de Rumanía, como el macizo Retezat (pico Peleaga), aún por explotar.
El segundo metal se encuentra en cantidades abundantes en Afganistán, en los montes Khwaja Rawash, al norte de Kabul, y Koh Mir Daoud, en la provincia de Kandahâr. No es casualidad que este maltrecho país, rico también en otros recursos naturales como hierro, cromo, plata, sulfato, magnesio… fuera primero objeto del deseo por parte de los soviéticos, para serlo más tarde de los americanos. 
Parece, pues, que Afganistán tiene la supremacía mundial en materia de uranio, al igual que Rumanía la posee en materia de wolframio. Ninguno de ellos, en cambio, se ha beneficiado de este regalo de la Naturaleza, siendo el expolio consentido en un caso y forzado en otro.

1 nov 2012

El fuego de Sumedru

Es curioso como en esta pequeña y diversa Europa encontramos semejanzas de un extremo a otro. Con certeza estas tradiciones, de un parecido sorprendente, son el fruto de una raíz común que hay que buscar en la noche de los tiempos, en la Europa pagana previa al cristianismo. El calendario ortodoxo celebra San Demetrio, una festividad de importancia mayor, el día 26 de octubre. Demetrio, conocido popularmente como manantial de mirra, fue un gran mártir cristiano que vivió en Salónica en época de los emperadores Maximiliano y Diocleciano. Los cruzados de la Edad Media adoptaron a este santo como patrón, al igual que a San Jorge. 
En algunas zonas remotas de la Rumanía rural, la víspera de San Demetrio es esperada con ardor para su celebración. El pasado 25 de octubre tuve la oportunidad de remontar el tiempo y acudir a una de estas festividades. ¡Quedé prendado de un marco tan conmovedor!
uno de los fuegos por Sumedru
Nada más caer la noche, que en este periodo del año es sobre las 6 y media de la tarde (justo unos días antes del cambio de hora), se encienden fogatas por doquier. Cada una de las aldeas (“cătune”) que conforma el pueblo pretende que su hoguera sea la mejor, y para ello ha de ser gigantesca; para que pueda ser vista a gran distancia desde las aldeas colindantes.
Todos los vecinos del pueblo, algunos de ellos trajeados para la ocasión, se dan cita junto a estas tradicionales fogatas y traen consigo toda clase de manjares. Según me cuentan, antiguamente la gente venía con patatas y peras hervidas, nueces, “covrigi” (galletas saladas en forma de lazo) y “gogoși” (una especie de donuts) caseros, además de mosto y sidra.
En la actualidad, quizás por esta crisis que vivimos o por una comodidad tan dañina como la anterior, los habitantes de la aldea se dan allí cita con “covrigi” comprados y con galletas de algún supermercado. Lo único que no falta hecho a mano es “țuica”, el aguardiente típico rumano, con el que algunos se emborrachan antes de apagarse el fuego.
Lleva un buen rato hasta que cada vecino se saluda e intercambia los alimentos de su cesta con todos los presentes en aquel claro. ¿Y tú de quién eres, mi niño? - me pregunta una anciana. Otro me da unos “covrigi” mientras me pregunta lo mismo de una forma más diplomática: A usted no le conozco pero de cualquier manera ¡felicidades! Y ahora… si me hace el favor de decirme quién es… para saber a quién he tenido el gusto de darle un “covrig”. Nadie espera algo a cambio por mi parte, lo cual es un alivio, ya que he venido con las manos vacías.  Y de repente, sin saber muy bien cómo, me veo allí entre un corrillo de hombres curiosos hablando y bebiendo al resplandor de la hoguera. Y lo de beber no es precisamente para entrar en calor pues, a pesar de ser una de las primeras noches gélidas de la temporada, la inmensa fogata, alrededor de la cual se desarrolla la escena, emana bastante calor. 
covrigi
Después de unos momentos, espontáneamente, algunos adultos empiezan a cantar. Los demás siguen a coro. Y no lo hacen por el alcohol consumido, sino más bien guiados por un fervor e inocencia infantil que resulta muy de apreciar en estos tiempos. Esto es lo que recitan:


Hai la focu´ lu´ Sumedru (Vamos al fuego de Sumedru – abreviatura de San Demetrio)


a pârlit Dumitru iedu´ (Demetrio ha asao el cabrito)


și Ileana Cosânzeana (y que Ileana Cosânzeana – personaje popular de cuentos)


sa se audă pe Mâzgana (sea oida en la Mâzgana – nombre del valle donde presencié esta celebración).


Me habían comentado que la gente saltaba por encima de este fuego de Sumedru para ahuyentar los malos espíritus y para tener buena suerte en el año entrante (como no estamos en la Nochevieja, supongo que la tradición hace referencia al periodo inmediatamente siguiente, que en el campo suele una estación muerta tras la recolección de la uva y la elaboración de “țuica”). Sin embargo, una hoguera tan enorme no hay por donde atravesarla, a no ser que uno tenga tendencias suicidas. Así que habrá que ir en búsqueda de mejor fortuna por otros lares.
El día de San Demetrio queda muy próximo a la festividad de Todos los Santos, el 1 de noviembre según el calendario occidental. La víspera de este día es conocida como noche de difuntos o noche de brujas (Halloween es una contracción de “all hallows´ eve” o víspera de Todos los Santos). Podemos hacer fácilmente el paralelismo entre lo relatado y esta conocida fiesta anglosajona, de origen celta.
En definitiva, asistí a un espectáculo hermoso al tratarse de algo no institucionalizado. Algo con la pureza propia de las cosas simples, carente de la falsedad de un mero reclamo para el turismo. En fin, algo de lo que no se puede obtener un beneficio material. La sensación que tuve fue la de absoluta autenticidad y de que todo ahí se desarrollaba de la forma más natural posible, con la única jerarquía de lo que mandan los cánones mantenidos a través de los siglos en cada comarca.