19 dic 2013

El misterio de las luces búlgaras

Uno de los espectáculos más fantásticos y originales de los Balcanes tiene lugar en la pequeña pero seductora localidad de Veliko Tarnovo. Se trata de una vanguardista puesta en escena que rememora la caída de Tarnovo en manos otomanas y otros momentos clave en la historia de Bulgaria.
Para la ejecución del show se utilizan 3 láseres, mientras que la parte de audio viene aderezada por campanas de iglesia y música dramática. Este evento luminotécnico fue diseñado y pensado por el equipo búlgaro-checoslovaco liderado por Valo Radev y Jaromir Hnik y se organizó por vez primera en 1985, con motivo del 800 aniversario de la rebelión valaco-búlgara de Asen y Pedro. Desde entonces ha venido llevándose a cabo en la colina de Tsarevets, donde se encuentra la fortaleza del mismo nombre, sede de la corte en tiempos del segundo Imperio búlgaro y una de las principales atracciones de la ciudad de Veliko Tarnovo.
Pero un espectáculo así no se deja ver con demasiada frecuencia, siendo contadas las ocasiones en que tiene lugar. Los fines de semana en la temporada estival es más fácil "pillar" el show de la colina de Tsarevets, aunque la información sigue siendo escasa y contradictoria, con lo que organizar un viaje con este objeto se convierte en algo muy arriesgado.
En los últimos años están proliferando las puestas en escena durante el mes de diciembre para atraer al turismo invernal. Este año, 2013, estaban programadas exhibiciones los días 7, 14, 21 y la ya tradicional del 30 de diciembre. Esta última fecha, junto al día de la fiesta nacional de Bulgaria, viene convirtiéndose en cita de obligado cumplimiento para la realización del espectáculo audiovisial. De esta manera se consiguen estancias turísticas más amplias en la ciudad durante el fin de año, con lo que todos contentos! En todo caso, sería algo especial presenciar toda la fastuosidad la noche del 31 de diciembre, pero hay muchos intereses en juego (principalmente los de la industria hostelera, que organiza sus propias cenas y fiestas de Nochevieja) como para que tal idea pueda prosperar algún día. 
No obstante, lo que resulta inaudito es no encontrar anuncios u otra información sobre el acontecimiento, ni tan siquiera en la oficina de turismo (situada en Mayka Bulgaria, la principal plaza de Veliko Tarnovo). Hasta tal punto llega la desinformación que mucha gente visita la ciudad y se va de ella sin saber nada acerca del espectáculo de luces y sonido, incluso personas que acuden para estancias de fin de año.
Pero mi caso es aún más grave, ya que conociendo la ciudad y el sector turístico, fui a Tarnovo el 30 de diciembre de 2012 con intención de volver a ver “sus luces”. Había gozado de esta maravilla en julio de 2007 de forma totalmente accidental y estaba deseoso por repetir la experiencia. Encontré alguna información en internet y quise corroborarla, sin ningún éxito, en dicha oficina de turismo. Así que me presenté para ver el show a las 21 horas de ese 30 de diciembre, tal y como aparecía en el site de un hotel (tristemente, único lugar en la red donde se mencionaba -al menos en un idioma que no fuera el búlgaro). Por desgracia, el espectáculo había tenido lugar a las 19 horas esa misma tarde. Así pues, mi consejo es que os informéis bien y que no bajéis nunca la guardia. Aunque se especifique una hora, preguntar siempre y no dejéis de estar atentos a los movimientos masivos de gente desde la puesta de sol. Podéis observar comodamente el espectáculo desde vuestro hotel, si tiene vistas hacia la entrada en Tsarevets, o bien divisarlo desde la plaza del zar Asen I, para lo cual os recomiendo coger sitio con algo de antelación.
En definitiva, la falta de información y de promoción son algo que deja perplejo, fundamentalmente si tenemos en cuenta que se trata de una de las ciudades candidatas a albergar la capitalidad europea de la cultura en 2019. Algo tan sublime debería verse acompañado por una gestión a su altura. Sin embargo, el evento queda envuelto por una falta de transparencia más propia de la Bulgaria de otras épocas.
Hay que reconocer que, en casos aislados, no es la municipalidad, sino una persona acaudalada o un grupo, quien paga los costes que conlleva la puesta en escena de tal exhibición. En este supuesto específico el secretismo está justificado, ya que no corresponde al ayuntamiento anunciar el evento. Eso sí, nada impide a residentes y personas de paso en la ciudad aprovechar la coyuntura y contemplar gratuitamente los láseres y focos de Tsarevets, puesto que la colina no puede ser cerrada enteramente al público.
En cualquier caso, la oscuridad caracteriza aún muchos aspectos de la vida de este singular país. Tal vez esa cierta aureola de misterio es lo que le confiere tal fascinación.



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