¿Vale más la vida de un ser humano que la de, por ejemplo, otro mamífero? Te parecerá una perogrullada pero es cierto, científicamente demostrado, que todas las criaturas de este planeta estamos emparentadas. Igual que tú tienes primos de 2º y 3er grado, de la misma forma un perro es tu primo de 462920º grado (el número ha sido elegido al azar).
No sé si es grave o si es leve el problema de los perros callejeros en las ciudades rumanas. Lo he vivido en primera persona, me he acostumbrado con la situación y no era algo que le quitara a nadie el sueño. Era un elemento más del paisaje urbano, unas veces con su cara más simpática y otras con la más desagradable. En cualquier caso, se trataba de seres que compartían la calle con los niños también abandonados que siguen mendigando en los semáforos, fenómeno que por desgracia se ha exportado desde Rumanía al exterior. Y la palabra que mejor define tanto uno como otro problema es la indolencia. En cualquier país desarrollado los padres que abandonan a sus hijos son llevados ante las instancias competentes y responden penalmente. Pero en Rumanía esto da igual, así que el abandono sigue siendo uno de los “métodos anticonceptivos” más recurrentes.
Pero ha bastado que un perro, no se sabe si con dueño o sin él, haya mordido a un niño hasta causarle la muerte para que todas las alarmas sociales se hayan disparado. Una alarma social que no había estallado en otros casos, extremadamente aislados, cuando un perro había matado a un adulto. Mi memoria me recuerda vagamente el caso de un turista japonés que murió allá por 2003.
Y esta alarma o histeria colectiva ha provocado que se pase a tomar medidas, medidas que tal vez se debían haber tomado mucho tiempo atrás.
Sin embargo, la medida propuesta, y adoptada, ha sobrepasado los límites de la razón humana. ¡Canicidio masivo y sin compasión! Es como si cuando un coche atropellara a una persona, algo que tristemente seguro que ocurre cada día, especialmente en Rumanía donde puedes morir en cualquier paso de cebra, se prohibiera la fabricación o el uso de vehículos de motor. La diferencia es que los vehículos de cualquier tipo no tienen vida, ni alma, ni sienten el dolor…
Y lo más llamativo quizás ha sido la forma de llevarlo a cabo. En pleno siglo XXI existen otros mecanismos “más civilizados” para causar la muerte de una forma un poquito más digna. Estamos hartos de ver en los tabloides internacionales el nombre de Rumanía siempre asociado a hechos negativos. Pero en esta ocasión sólo puedo pensar dos cosas: o los dirigentes rumanos son tan tremendamente incompetentes que no son capaces de ver las consecuencias de esta acción tan repulsiva, o bien han buscado intencionadamente el protagonismo (bueno, colegas, ya que no podemos destacar en lo bueno, al menos no pasar inadvertidos por el mundo).
Estas imágenes, que parecen extraídas de una pesadilla, te quitarán las ganas de vivir en este mundo y te harán preguntarte quién es el animal aquí.
La más elocuente de las miles de fotografías que circulan por la red, a mí me parece la de los niños posando sonrientes ante los cadáveres. ¿Qué lección estamos transmitiendo a las futuras generaciones? ¿Estamos tal vez enseñándoles a vivir dentro del respeto hacia los demás seres vivos? Pues no, les estamos haciendo insensibles ante la crueldad y les estamos creando una apariencia de normalidad ante el sufrimiento, ante las injusticias y ante la propia muerte… aunque sea la muerte de seres “inferiores” o carentes de inteligencia.
Esto último me trae en mente la eutanasia forzada que hubieron de soportar durante los horrores del nazismo los enfermos terminales y las personas con discapacidades físicas o mentales. Tampoco ellos pudieron abrir la boca para defenderse.
Quiero terminar con un citado de esa misma época, atribuido erróneamente durante mucho tiempo a Bertolt Brecht, del pastor alemán Martin Niemöller. Se trata de una frase ya mítica, que me he permitido modificar toscamente con motivo de esta triste ocasión:
Primero vinieron a por los perros, pero yo no dije nada porque no soy un perro…
La continuación es algo que dejo a la libre voluntad del lector.